“El Estado debe evitar el tráfico de patrimonio histórico”

Los recientes robos de una valiosa obra de arte desde el Club Alemán en Valparaíso y de la espada de Manuel Bulnes del Museo Histórico Nacional ha puesto en entredicho la necesidad de resguardar los bienes culturales y/o patrimoniales del país.

Para el académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica Silva Henríquez, José Albucco, esta situación está presente en todas las naciones, ya sea porque han sido víctimas de la extracción ilegal de bienes culturales o porque son receptores de bienes patrimoniales robados.

A su juicio, “el Estado es el principal responsable en generar estrategias para evitar el tráfico, debiendo establecer las prioridades que permitan fortalecer la protección del patrimonio cultural de nuestro país”, analiza Albucco.

Protegiendo el patrimonio

El robo y tráfico ilícito de bienes culturales y/o patrimoniales es un delito que por muchos años en nuestro país no fue motivo de preocupación real por parte de las autoridades políticas. Sólo en la última década este tema alcanza realce, desarrollándose diversas iniciativas al respecto.

Recordemos que la Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales de la Unesco nació en noviembre de 1970, pero Chile suscribió a ella recién en abril de 2014, 44 años después.

¿Cómo debería actuar el Estado chileno para evitar el robo de sus bienes patrimoniales? Al respecto, el académico de la Universidad Católica Silva Henríquez señala que ha aumentado la colaboración interinstitucional al interior de organismos del estado, incluyendo capacitación en la identificación de bienes patrimoniales, lo que ha facilitado el trabajo coordinado para la prevención, fiscalización e investigación de los delitos en contra del patrimonio cultural.

“Se deben ampliar los recursos predestinados a la seguridad, sobre todo en museos y lugares que contengan bienes patrimoniales. Además, se debe progresar en el inventario a nivel nacional e internacional, junto con contar con información actualizada y en línea sobre los delitos y piezas robadas en el continente”, aseveró José Albucco.

“El menoscabo o la destrucción de los bienes del patrimonio cultural y natural constituyen un perjuicio importante y no recuperable del patrimonio de todos los países y de la creación cultural de sus ciudadanos”, asegura el docente.

El impacto de la Educación Patrimonial

Las transgresiones cometidas hacia nuestro patrimonio se deben, en gran medida, a un problema social, debido a que la educación ha sido incapaz de incorporar a todos los ciudadanos en la relevancia y el valor de los bienes culturales como parte de la memoria del país.

Por esta razón, “es fundamental fortalecer la Educación Patrimonial como un vehículo para promover la apreciación de los bienes culturales, reforzar la identidad local y específica de cada cultura y fortalecer las relaciones de cada comunidad con los procesos históricos, de tal manera de conservar las manifestaciones legadas por nuestros ancestros”, concluye José Albucco, académico de la UCSH.

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