Rutas por descubrir

Afganistán_Kabul

Afganistán: El espacio donde los imperios han fracasado

Ubicado en los grados 33°56’20.8» N de latitud y  67°42’35.8» E  de longitud, todas las potencias han fracasado a lo largo de los dos últimos siglos en su intento de conquistar este territorio: Afganistán. En su momento, el país formó parte del Imperio Persa de Ciro y de Darío, así como también de los dominios de Alejandro Magno, que se convirtió en un auténtico dios para muchas de los habitantes de aquellas aisladas tierras de Asia Central.

Los ejércitos musulmanes que se acercaron al territorio a mediados del siglo VII y los ejércitos de Genjis Kan y Tamerlán, que, aunque lograron ocupar gran parte del país, serían expulsados con el paso del tiempo. El Imperio Británico perdió tres guerras contra las tribus afganas y la antigua Unión Soviética tuvo que abandonar la nación en 1989, humillada militarmente, caso semejante le ocurre a Estados Unidos.

En Afganistán todo puede cambiar; no solo a largo plazo, sino de un minuto a otro. Un espacio con problemas medioambientales y culturales que fueron dejando los sucesivos intentos de los imperios por instalarse, como la  erosión, la sequía, el manejo de los desechos, la destrucción patrimonial y educacional, la contaminación del agua y del suelo, junto a las miles de minas terrestres instaladas durante décadas.

La capital Kabul, con una población estimada sobre los cuatro millones de habitantes a 29 horas de vuelo de Chile, es el centro económico y cultural situado estratégicamente en un valle estrecho que rodea al río Kabul, en la parte alta de las montañas antes del paso Khyber.  Con más de 3.500 años,  en textos antiguos Kabul era descrita como «una visión del paraíso». Ahora la ciudad se repone y trata de establecer un relato de estos miles de años de existencia, conviviendo junto a verdaderos hitos arquitectónicos y espacios culturales actualizados.

El caso de los Budas de Bamiyán: A 230 km al NO de Kabul existían dos gigantescas estatuas de Buda que atestiguaban la riqueza multicultural del valle en el corazón de Afganistán y que fueron construidos en el siglo VI, cuando era un sitio sagrado para los budistas. En 629 después de Cristo, un viajero chino llamado Xuanzang la describió como una ciudad dinámica con una población de unos 10 mil monjes. Las dos estatuas más prominentes medían 55 y 37 metros de alto y fueron esculpidas en la pared de la montaña. En marzo del 2001, por ser considerados ídolos falsos, fueron demolidos. Uno de los testigos relató que luego del primer intento de destrucción “hubo dos o tres explosiones diarias hasta que los budas quedaron destruidos completamente; todo el proceso tomó 25 días”. Hace unas semanas volvieron a renacer en una proyección 3D, como un intento de recuperar la memoria del lugar.

Para los conocedores de la zona y quienes se han preocupado del tema, la región fue uno de los ramales de la legendaria ruta de la seda, que había comunicado Oriente Próximo con China a través de Asia Central. Debido a su posición estratégica fue fundamental en tanto bisagra entre las civilizaciones grecorromana, persa, india y china, fomentando un arte de síntesis único, de temática budista y estilo helenizante con influencia persa, un lugar que conmueve para conocer y comprender.

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Metro: Nuestra Ruta Subterránea

Si la población es la savia de una ciudad, la cultura es su alma. Darle oportunidad a la cultura para que florezca es vital para crear un entorno urbano estimulante. A fin de que esto ocurra, es crucial una ciudad que se piense y para ello deben aprovecharse todas las oportunidades, por pequeñas que éstas sean, para que las personas participen, desde exposiciones de arte públicas permanentes hasta instalaciones temporales en edificios infrautilizados o la celebración de fiestas locales. Viajar en metro es, en muchas ocasiones, como adentrarse en el centro de la Tierra junto a Julio Verne. De hecho, son numerosos los secretos que los metros esconden por todo el mundo.

Desde que empezó a funcionar el primer metro de la historia, el conocido Tube de Londres en 1863, este medio de transporte ha llamado la atención de numerosos arquitectos y artistas que han colaborado para concebir estaciones subterráneas de todo tipo de estilos y diseños, convirtiéndolas en verdaderas obras de arte.

Así, como al bajar cientos de escalones, las bocas del metro de París -en hierro forjado y de gran impacto estético- ya muestran la expresión artística del Art Nouveau. En  Estocolmo el metro se convierte en sí mismo en obras, conformando la galería de arte más larga del mundo gracias a más de un centenar de artistas. En Chile uno de los proyectos más emblemáticos del Metro de Santiago es MetroArte, que surge en 1992 como una iniciativa destinada a fomentar las artes visuales en los espacios públicos, invitando a los artistas de las más diversas tendencias a desarrollar proyectos artísticos que enriquezcan y humanicen las estaciones del tren subterráneo.

Un importante aporte social de MetroArte es propiciar el acercamiento y colaboración entre creadores visuales independientes, organizaciones artísticas y  empresas privadas que participan en los proyectos. La cultura en el Metro es el conjunto de todas las formas de vida y expresiones de nuestra sociedad en la actualidad.

Con el doble de usuarios tras la implementación del RED, Metro cobró culturalmente un nuevo rol: ser el soporte y conector de la identidad de la ciudad de Santiago, una identidad fragmentaria, que se reparte en comunas con distintas realidades. Sin un ente único que las aglutine en superficie, el Metro es lo más parecido a un denominador común, que emerge desde las entrañas de la tierra para darle un gesto de identidad a esta metrópoli.

Descubra viajando en Metro el arte subterráneo de la ciudad, observe su entorno, deténgase, contemple y capture ese arte que está al alcance de todos y construya su propia ruta cultural.

Huellas de Nazca

La experiencia del tiempo

Al inicio del año académico y laboral es muy común que se establezcan diálogos sobre los destinos turísticos que cada uno alcanzó a visitar. Sin embargo, es también cada vez más frecuente que las personas se centren en la superficialidad de su experiencia, compartiendo su imagen en redes sociales y no el contenido de ella. Falta, así, la experiencia vital y profunda, con todos los sentidos puestos, con las culturas conocidas.

Es vital, en este sentido, la experiencia del tiempo. Para vivir la experiencia con contenido es clave la encarnación con el lugar, más allá de cualquier análisis mental, de tal manera que el cuerpo y todos sus sentidos están interactuando con este nuevo espacio.

Cuando se está en contacto con lugares simbólicos y patrimoniales, esta “encarnación” debería experimentarse en tres niveles. El primer nivel es el de las emociones, teniendo plena consciencia de la gama emocional que genera el estar en un determinado lugar. El segundo es el afecto, una disposición producto de una sucesión de acciones en el tiempo y, por último, el nivel de la narración descriptiva, tras la prolongación en el tiempo, por varios días o semanas, de la experiencia.

Durante este año, los invitaremos a seguir rutas patrimoniales donde la experiencia con contenido pueda hacerse carne, con el eje en el rescate de nuestros orígenes como humanidad.

En los Andes Centrales existen varios lugares para vivir la experiencia del tiempo, desde una perspectiva holística, y donde cada kilómetro recorrido puede transformarse en una recompensa cultural.

La historia prehispánica, entre el paralelo 10° y 20 ° Sur, es encarnada a través de diversos complejos culturales, redes de difusión simbólica, arte rupestre y cementerios; verdaderos paisajes culturales, cuyo despliegue y fisonomía constituyen la memoria social de las poblaciones originarias de la Costa Pacífico de Sudamérica y del altiplano.

Puede comenzar con el Complejo de la Huellas de Nazca, sus trazados terrestres y divinidades del mar, el cielo, la tierra, el fuego, el agua, el viento y al Dios creador desde el aire, a sólo a 450 kilómetros al sur de Lima. De regreso en Lima puede acercarse a una hora en vuelo o 20 horas terrestres a la Montaña Vieja y la Montaña Joven (El paso de un estado a otros) Machu Picchu.

Cruzando la frontera hacia Bolivia y rodeando el Lago Titicaca se encontrará con el Complejo Tiahuanaco, lugar de los que vienen del Sol, o los provenientes del Gran Sol. Bajando al actual litoral chileno, uno de los aspectos culturales más interesantes es el Complejo Chinchorro y su sistema funerario. Alrededor de 7.000 años atrás estos pescadores del litoral del Pacifico Sur comenzaron a momificar artificialmente a sus muertos, práctica cultural que perduró por 3.500 años y cuyo epicentro cultural fue el área de Arica Camarones.

Así, el tiempo y los procesos de la vida están a pocos kilómetros de acceso, sin necesidad de buscar respuestas al otro lado del Atlántico.

Paseo Bulnes

Viaje al Paseo General Bulnes

La idea original del Paseo General Bulnes nace en 1930, cuando se concibe crear una avenida central, inspirada en una arquitectura modernista, en un eje simétrico desde la Casa de Gobierno hasta la Plaza Almagro.

El eje está dividido en tres trazos. En el primero, conocido en otros países como el Panteón de los Héroes Militares, se puede comprender no solo la influencia militar en la historia de Chile, sino también las diferencias entre ellos sobre el imaginario de la Nación. En el segundo trazo, junto a una serie de organismos de gobierno, encontraremos un bello lugar para los amantes o interesados en la literatura, la librería del Fondo Gonzalo Rojas (FCE), bautizada así en honor al poeta chileno que perteneció a la generación de 1938 y que aportó con varios premios a la literatura de nuestro país. Gonzalo Rojas fue Premio Miguel de Cervantes (España), Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo (México) y Premio Nacional de Literatura de Chile, pero sobre todo fue poeta y profesor.

Así, llegamos al trazo final: el actual Parque Almagro, lugar que cumplió la función de ser paradero y descanso antes de entrar a la ciudad desde el sur durante la Colonia, para más tarde convertirse en una gran plaza de abastos. En 1934 surgió el proyecto de ubicar aquí un nuevo Congreso Nacional donde se miraran, en un solo eje, el Palacio de Gobierno y el Palacio Parlamentario.

Finalmente, el 6 de septiembre de 1985 fue inaugurado el actual trazado, con sus esculturas, edificios contiguos y simbología. Incluye la escultura en memoria al expresidente Pedro Aguirre Cerda, con el lema “Gobernar es Educar” como relato de su gobierno. Recordemos que Aguirre Cerda gestionó, junto a Pablo Neruda, el traslado a nuestro país de un alto número de refugiados españoles en el carguero Winnipeg, además de recibir a refugiados judíos que escapaban de los territorios ocupados por el nazismo.

Terminamos este trayecto en un lugar mágico inspirado en una diosa mitológica que representa una cazadora. El Centro Cultural Diana conjuga arte, rescate patrimonial y una gastronomía atractiva, junto a un tradicional lugar de esparcimiento infantil: los Juegos Diana. Los Juegos Diana estuvieron ubicados en la Alameda (original La Cañada) en el siglo pasado, primero junto al Cerro Santa Lucía (Cerro Huelén), para posteriormente ubicarse al costado de la Iglesia de San Francisco, ícono de la arquitectura colonial, hasta finalmente ubicarse contiguos a la Iglesia de los Sacramentinos, máxima representación de la arquitectura francesa en Santiago.

Museo del Ahorro

Museo del Ahorro

El Museo del Ahorro fue fundado en 1990, con el claro objetivo de preservar especies que pertenecían a distintas instituciones que dieron origen a Banco Estado, las cuales son parte importante del patrimonio de nuestro país.

En sus dependencias se exhiben colecciones vinculadas a las distintas instituciones financieras -Caja de Crédito Hipotecario, Caja Nacional de Ahorros, Caja de Crédito Agrario e Instituto de Crédito Industrial- algunas de la cuales datan del siglo XIX. En 1953 estas Cajas se fusionaron originando el Banco del Estado de Chile, entidad que ha sido depositaria de un rico patrimonio histórico y cultural construido a través de sus más de 160 años de existencia.

Museo Postal y Telegráfico

Museo Postal y Telegráfico

El Museo Postal y Telegráfico abrió sus puertas en 1949 como resultado del proyecto de ley del senador Maximiano Errázuriz Valdés y del diputado Raúl Juliet Gómez, quien fue Director General de Correos. Desde este cargo, Juliet conoció de cerca el trabajo de los funcionarios postales y su importancia en la comunicación y desarrollo del país.

La pertenencia de nuestro país a la Unión Postal Universal (UPU), organismo de las Naciones Unidas que coordina los correos oficiales del mundo, permitió reunir gran cantidad de sellos que dieron inicio a una interesante colección filatélica. Más información

Museo Andino

Museo Andino

El Museo Andino exhibe colecciones arqueológicas y etnográficas de los pueblos precolombinos originarios que habitaron Chile, así como de las expresiones del mestizaje de culturas que han interactuado en nuestro territorio a través de la historia.

La visita al museo, al estar inserto en la Viña Santa Rita, también permite conocer el patrimonio vitivinícola del Valle del Maipo. Más información

Majadas de Pirque

Las Majadas de Pirque

Las Majadas de Pirque recibe a ciudadanos con tours guiados por el propio equipo de ese parque centenario de ocho hectáreas, originalmente diseñado por Guillermo Renner. El Palacio de Las Majadas, construido por el arquitecto Alberto Cruz Montt en 1907 y sido  remodelado por el Premio Nacional de Arquitectura, Teodoro Fernández,  hoy alberga un centro de conversaciones donde se está pensando el país. Más información

Torre Benjamin Vicuña Mackenna

Torre Vicuña Mackenna

La Torre Vicuña Mackenna lleva el nombre del primer intendente de Santiago, quien trabajó en este edificio entre 1872 y 1874 cuando funcionaba como Intendencia, luego de acoger diversas oficinas públicas, como la Real Audiencia y la Casa de Gobierno. Desde 1982, el edificio es la sede del Museo Histórico Nacional. Hoy es un mirador frente a la Plaza de Armas, el kilómetro 0 de la ciudad. Más información.