Hay una situación que llama poderosamente la atención: actualmente el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio aún no culmina de manera definitiva su propio proceso de instalación, pese a que ya han pasado más de cuatro años desde la promulgación de la Ley que creó esta institución, al término de la segunda administración de la Presidenta Bachelet. Hoy en día, sin embargo, el nuevo ministerio carece de un reglamento orgánico, instrumento normativo que define las unidades que lo componen y sus respectivas funciones, lo que da cuenta de una desidia inexcusable del gobierno de Sebastián Piñera. Como explicó la nueva ministra, Julieta Brodsky, en una reciente entrevista en el portal de la radio de la Universidad de Chile, este reglamento indica “cuál va a ser la función que va a tener el gabinete de la Ministra, cuál va a ser la función que cumplirá la Subsecretaría del Patrimonio, la Subsecretaría de las Culturas, el Servicio del Patrimonio y, dentro de estas instituciones, qué divisiones existirán, cuántas serán, dónde se ubicarán, etc. Entonces, obviamente es un documento muy importante”.
Esta debilidad institucional de la principal entidad pública encargada de diseñar y ejecutar las políticas culturales y patrimoniales de Chile se experimenta en medio de una coyuntura de gran complejidad para este sector, unos de los más afectados por las limitaciones impuestas por la pandemia del COVID 19. Para enfrentar esta crisis, las nuevas autoridades gubernamentales han anunciado medidas que buscan aumentar los aforos para actividades culturales y artísticas y la implementación de un bono para las y los trabajadores de las artes y la cultura.
Al observar el protagonismo que han alcanzado las temáticas culturales y patrimoniales en el actual proceso constituyente. Luego de finalizado el trabajo de la Convención y si su propuesta es aprobada en el plebiscito de salida, es muy probable los derechos culturales y patrimoniales constituyan un componente cardinal de la nueva carta magna que regirá la convivencia nacional. En este escenario, es imprescindible contar un ministerio robusto, con una estructura orgánica claramente definida y con la musculatura necesaria para construir un proyecto cultural, artístico y patrimonial en conjunto con la sociedad civil que sea capaz de hacer realidad los amplios derechos en este ámbito que seguramente serán consagrados en la constitución del Chile del siglo XXI.
Diario Puerto Varas, El Martutino, El Mostrador, Celula Plus, Diario Austral, Radio Hoy